La primera frase comenzó siendo tres párrafos. Suelo necesitar mucho tiempo para ubicarme en el relato, pero siento que mis historias siempre mejoran cuanto les elimino toda la paja. Normalmente me doy la libertad de empezar a escribir lo que haga falta y luego, cuando ya lo veo empezado, volver y eliminar todo lo que no sirva, hasta tener una primera frase que casi cuente una historia por sí misma.

“En la primera conversación que mantuve con Eugenia, en la que le confirmé que Rebeca no era mi novia y que ese no era mi anillo, la señora se encogió de hombros y me contestó…”. En este caso, la frase define a grandes rasgos las relaciones entre los personajes. Pero, sobre todo, presenta a un personaje sin nombre, el anillo, que va a ser el símbolo del tema principal que busca explorar el relato: la capacidad de aceptarse a uno mismo como merecedor de amor.