[rubato ma non troppo]

 

Anoche vi las estrellas

sacudiéndose

 

Tiemblan los pechos

de sabios y necios por igual

Yo tampoco entiendo

lo que siento 

justo aquí

 

Detrás de tus ojos viven

leviatanes enanos

 

Tantas vueltas que dimos

Qué será lo que quedó

Fiebres crepusculares

y un corazón tiritando

 

Hay bestias invisibles

meneando nuestros nervios

y voluntades

 

Sigo tu lengua y labio

conociéndote

poco a poco

por los ecos de tus sentencias

 

Rocío de la noche congelado

se despide de las tinieblas

y empieza a brillar

 

Amanuense

calipigia

regálame un verso

antes que salga el sol

Una luna herida de muerte

nos descubre, impíos, haciendo

un poema sobre su rojo

 

embriagados de movimientos

perpetuos, perversos

en el aire

en los espacios escondidos de la vista